Caca-dauphin, cuando las heces de un futuro monarca marcan la moda
Luis José Javier Francisco de Borbón, delfín de Francia |
La vida de los monarcas franceses era de conocimiento público en Europa, compartiéndose hasta el más ínfimo detalle. Durante el nacimiento de María Teresa Carlota de Francia en 1778, María Antonieta no solo estaba acompañada por sus médicos sino también el rey, príncipes de sangre, otros miembros de la casa real y aquellos con honores especiales en la corte. La sirvienta de la reina, Madame de Campan, contó en sus memorias que eran tantos los curiosos que temía que muriera la reina, ya que, antes de ser expulsados, había tanta gente que dos hombres tuvieron que subirse a los muebles para tener una mejor vista.
Luis José Javier de Borbón, duque de Borgoña |
Sin embargo, el primer uso del término es más antiguo. Según el Tesoro de la Lengua Francesa (TLF), su primera aparición conocida se encuentra en 1751, coincidiendo con el nacimiento de Luis José Javier de Borbón, duque de Borgoña y hermano de Luis XVI. No obstante, este no era el delfín por aquel entonces, sino su padre, que murió antes de suceder a Luis XV al trono. Como con el hijo de María Antonieta, se utilizaría, aunque efímeramente, para conmemorar su nacimiento.
El colorista Louis-Eugène Chevreul crearía una nueva fórmula "4 naranja-amarillo 8 tonos ligeramente rebajados", es decir, una mezcla de tonos amarillos y naranjas al que se le añade gris para suavizar su intensidad.
Este color tendría otras denominaciones: marron, merde d'oie, noisette (marrón, mierda de ganso y avellana, respectivamente). En el caso de merde d'oie o caca d'oie, realmente era más verdoso que el caca-dauphin. En el museo J. Paul Getty se pueden ver varias piezas de 1780-1785 con este color.
Los cambios de esta época afectaron a otros matices de amarillo y verde, creándose términos como "vertedero de cocina", "basura de las calles", "humo de Londres", "mono envenenado", "mono moribundo", "muerto resucitado", "español enfermo" o "color constipado", además de los ya mencionados. Con ello se intenta degradar lo negativo para minimizarlo.
Fuentes: The conversation, Vanity fair, Tesoro de la Lengua Francesa
- Montier, J. P. (2015). Sépia, couleur de l’encre, teinte du temps. Polysèmes. Revue d’études intertextuelles et intermédiales, (14).
- Sassoon, A. (1982). Two Acquisitions of Sèvres Porcelain by the Getty Museum, 1981. The J. Paul Getty Museum Journal, 87-94.
- Larraz, M. J., & Renoir, F. (1989). La moda de un régimen a otro. El Ciervo: revista mensual de pensamiento y cultura, (460), 10-11.