Los niños que soñaban con ser vikingos


Desde el inicio de los tiempos, los niños han jugado a imitar a los mayores, lo que nos puede indicar en qué tipo de sociedad vivían. Entre los vikingos, no todos los niños se quedaron en sus pueblos escandinavos, sino que algunos viajaron en los barcos o nacieron en los asentamientos. A pesar de ello, sus juegos eran prácticamente los mismos en todos los territorios. Como veremos, sus juegos reflejaban la sociedad militarizada y masculinizada en la que vivían.

Juegos

Juguetes

De igual manera que los niños hoy pueden ser más felices con una caja que con el juguete más espectacular, los niños nórdicos jugaban perfectamente con objetos desechados que originalmente no fueron creados como juguetes. No obstante, también tenían juguetes de madera, corteza de árbol, hueso o cornamenta de ciervo que podían representar armas, barcos, barcas, animales como caballos o herramientas como molinos de mano, demostrando su interés en las áreas dominantes en su cultura: la militar, el transporte marítimo y la agricultura. Curiosamente, a pesar de su dispersión y mezcla con otras culturas, este tipo de juguetes siempre estaban presentes.

Las armas de juguete son notorias porque no son representaciones toscas, sino que respetaban las proporciones y detalles de las usadas por los adultos en la época vikinga. Así, podemos encontrarnos espadas, flechas, arcos, hachas, lanzas y  cuchillos de madera, arcilla o piedra con el tamaño adecuado para los niños. Es posible que, conforme crecieran, usaran juguetes más grandes. Dado que los adultos usaban espadas de madera en los entrenamientos, es posible que estos juguetes fueran una forma de familiarizar a los niños en la práctica.

Los niños podrían haber sido capaces de usar armas reales, lo que les habría otorgado una posición jerárquica superior a los demás, replicando las estructuras sociales de los adultos. Del mismo modo, esto podría haber propiciado rivalidades, competitividad y la violencia. Este tipo de comportamiento está presente en la literatura nórdica. En Óláfs saga Tryggvasonar, se cuenta que el joven Óláfr usa una pequeña hacha para matar al asesino de su padre adoptivo. En Egils saga Skallagrímssonar, Egill es apaleado y humillado por Grímr, un niño mayor, en un juego de palos y pelota (knattleikr), por lo que Þórðr Granason le da un hacha a Egill con el que vuelve al campo a matar a Grímr. Cuando lo logra, su madre lo felicita porque será un futuro guerrero vikingo.

Juegos de estrategia


Los juegos de mesa podían introducir a los niños a los contextos militares. En el hnefatafl, las piezas centrales del rey y su séquito debe huir de los ejércitos que le rodean, cuyo número era mayor. Como se cuenta en el poema éddico Rígsþula, nadar y jugar, incluidos los juegos de mesa, eran parte del aprendizaje de cualquier niño aristócrata. Es probable que se usara para enseñar liderazgo y estrategia en las futuras élites. El resto de la población podría haber creado tableros de tafl con otros materiales. Incluso se ha discutido que los niños podrían haber improvisado un tablero con piezas de madera o piedra. En referencia a estos, las normas del juego podrían haber dejado claras las diferencias entre las élites y el resto, pues es posible que las normas favorecieran a las fuerzas del rey. Además, su séquito debía sacrificarse para facilitar la victoria del rey.

Actividades físicas


Aunque no hay pruebas arqueológicas de ello, se cree que la actividad física habría sido la más importante, ya que habría aportado bienestar físico, liderazgo, lealtad, formación de grupos y competitividad. Su desempeño permitía demostrar ante los demás la fuerza y la habilidad, lo que habría sido socialmente deseable. Como se suele decir, habría demostrado que los niños serían hombres de provecho. Por ello, las sagas islandesas destacan el nado, el tiro con arco o el remo como actividades que fomentan los rasgos masculinos. Otras prácticas eran las ahogadillas en el agua o las peleas. Según la literatura, en el knattleikr participaban niños y hombres, llegando a la violencia y produciendo heridas o asesinatos de participantes de todas las edades. Como ejemplos, en Grettis saga Ásmundarsonar, Grettir, de 14 años, se pelea con un chico mayor llamado Auðunn en este mismo juego porque este le golpeó intencionadamente con la pelota en la cabeza, mientras en Egils saga Skallagrímssonar, el padre de Egill se enfada y mata a un miembro del otro equipo. 

Estos juegos habrían atraído a un público formado tanto por hombres como mujeres, por lo que tenían motivación para exhibirse, aunque también podían acabar humillados. La crueldad y el deseo de integrarse habrían predispuesto a la violencia, como se cuenta en Flóamanna saga, donde un grupo de niños insultan y excluyen a Þorgils porque solo podían participar aquellos que hubieran matado a un ser vivo, por lo que Þorgils mata al caballo de su padrastro la noche siguiente. Estas reacciones no solo establecían los comportamientos esperados, sino que también establecía las jerarquías.

Preparación para la vida adulta


En conjunto, estas actividades habrían preparado al niño para la vida adulta y sus dificultades. En las tumbas donde se encuentran adolescentes y niños, se pueden encontrar lesiones compatibles con los traumas y actividades físicas de los deportes de contacto. Teniendo en cuenta que algunos restos son de menores de 10 años, indicarían que algunos habrían entrenado desde muy jóvenes. De igual modo, se ha observado que la exposición a la violencia podría haberles afectado psicológicamente, volviéndolos agresivos y perpetuando estos comportamientos durante generaciones.

Los objetos con los que se enterraban también indican que algunos podían tener expectativas de convertirse en grandes guerreros, como demuestran tumbas de niños con armas, equipamiento militar y/o caballos embridados sacrificados. Este ajuar funerario podía estar presente aunque el niño no hubiera sido capaz de usarlo, como el presente en niños con enfermedades degenerativas graves, bebés o niños con armas y escudos para adultos.

Convertirse en adultos

En conjunto, el juego y la práctica pretendían satisfacer las convenciones sociales. En el caso de los niños, debían lograr la masculinidad que demostrara su superioridad. Para ello necesitaban rasgos como la agresión, la temeridad, cualidades físicas, imponer la estructura de mando y expresar abiertamente su heterosexualidad. Su adherencia a estos rasgos determinaría su posición social, por lo que las mujeres y aquellos que los ignoraran eran menospreciados. Esta diferencia se reflejaba en los objetos que le acompañaban al morir.

Respecto a esto, debemos tener en cuenta que el concepto de convertirse en adulto al cumplir los 18 o 21 años es relativamente reciente y, técnicamente, un poco arbitrario. En algunas culturas, suele haber un rito de paso que marca el inicio de la edad adulta. Para los antiguos nórdicos, un niño debía demostrar que se había convertido en adulto a través de las prácticas mencionadas. Como era un proceso contínuo, algunas normas legales para adultos se aplicaban a distintas edades.

Niñas y mujeres


Para la sociedad escandinava, sobrepasar los límites de tu género tenía repercusiones sociales y legales. Por ejemplo, las leyes islandesas Grágás indican que una mujer que se cortara el pelo, vistiera ropa de hombre o llevara armas se convertiría en proscrita. Sin embargo, el sistema jerárquico establecido era lineal y tenía cierta fluidez. Es decir, las acciones de un hombre podían encumbrarlo o hundirlo, pero también las de una mujer, pero esta debía mostrar las cualidades masculinas que se valoraban. 
 
En Laxdæla saga, "Calzas Auðr" vestía como un hombre y usaba armas, siendo admirada a pesar de ello. En Hervarar saga ok Heiðreks, Hervör era bella pero fuerte como un hombre, independiente era mejor con la flecha y el arco que con la aguja. Dado que este estilo de vida era incompatible con el que se esperaba para una mujer, algo que no le libró de las críticas, se cambió de nombre a Hervarðr y vivió como un vikingo, componiendo poemas y jugando a juegos de mesa, actividades propias de hombres. En Hrólfs saga Gautrekssonar, Ϸornbjörg entrena desde niña con la espada y el caballo. Ante la insatisfacción de su padre, le responde que "solo te han otorgado una vida para gobernar este reino y soy tu única hija y heredera...parece probable que tendré que defenderlo contra unos pocos reyes y príncipes cuando te hayas ido".
 
Aunque sean minoritarias, algunas mujeres adquirieron posiciones de liderazgo militar. Como en los hombres, tanto niñas como adolescentes y mujeres podían estar acompañadas de armas, reales o de juguete, en sus tumbas. No obstante, se discute si tenía el mismo significado que en los hombres o no. En este aspecto, podrían haber experimentado condiciones que hubieran hecho necesaria su participación bélica o que características propias, como su posición, les hubieran acercado a estas actividades. Con todo, parecen ser situaciones excepcionales que no se aplicaban a todas las mujeres en todo momento.


 Fuente

  • Raffield, B. (2019). Playing Vikings: militarism, hegemonic masculinities, and childhood enculturation in Viking Age Scandinavia. Current Anthropology, 60(6), 813-835.
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