El Móri de Sel o Þorgarður


El bibliotecario islandés Jón Árnason recopiló el siguiente relato a través de las leyendas en Álftanes, Seltjarnarnes y la región de Árnessýsla en el suroeste de Islandia. En esta aparece una versión tardía de la fylgja, actuando como un espíritu nocivo ligado a una familia. Los lugares y muchos de sus personajes son reales.

El Móri de Sel


En una granja cerca del río Elliðá [cerca de Reikiavik] vivía cierta pareja y, con ellos, vivía un trabajador llamado Þorgarður. Se chismorreaba que la mujer tenía una aventura con el hombre a escondidas de su esposo. También se consideraba cierto que el granjero tenía que inclinarse más ante la mujer que el trabajador porque el granjero salía a menudo a hacer tareas triviales y estaba fuera durante el mal, tiempo mientras Þorgarður se quedaba en casa. Era costumbre del granjero vigilar por sí mismo al ganado durante el invierno cada vez que hacía mal tiempo. Una noche de invierno, durante una tormenta de nieve, el granjero no volvió a casa, ni esa noche ni la siguiente. Había ido a echarle un ojo las ovejas la mañana anterior y pretendía cuidarlas durante el día. A la mañana siguiente, fue gente a buscarlo, siendo encontrado junto al río Elliðá con lo que parecía una herida letal inflingida por acción humana. Se sospechaba de Þorgarður por los rumores sobre él y la esposa del granjero, por lo que se presentó una demanda contra él. Con toda probabilidad fue Þorgarður quien cometió el crimen aunque él lo negara vigorosamente. En cualquier caso, fue condenado y se decidió que sería ejecutado (algunos dicen por ahorcamiento) o tendría que pagar una compensación sustancial, para que pudiera salvar su vida a un precio considerable. Y resultó como cabría esperar, pues casi toda la gente elige prolongar su vida, y por esta razón Þorgarður quiso salvar su pellejo tanto tiempo como pudiese. 


En esa época, un diplomático famoso llamado Jón vivía en Sel en Seltjarnarnes. Þorgarður fue a Jón y le rogó que le ayudara a salvar su vida. En primera instancia, Jón se mostró reacio, pero Þorgarður fue tan persistente que finalmente accedió y decidó pagar la compensación de Þorgarður. Þorgarður incluso prometó servir a Jón y a sus descendientes fiel y virtuosamente, trabajando con toda su fuerza tanto tiempo como pudiera. Jón fue a la mesa y comenzó a contar las monedas para la compensación, con Þorgarður a su lado todo este tiempo. Cuando Jón llevaba un rato contando, Guðrún, su esposa, entró al salón y, viendo el dinero que Jón había preparado en la mesa, le preguntó qué quería con todo el dinero. Jón le contó praa qué era, pero ella le dijo que no hiciera tal tontería con un hombre despreciable como Þorgarður, para quien la única cosa que tenía a favor era que no debía ser perdonado de la horca. En ese momento, la ama de casa tomó la esquina de su delantal en una mano, caminó a la mesa y arrastró todo el dinero en su delantal con la otra mano. Jón asintió tanto a su argumento como a la acción de arrastrar el dinero. Ella dijo que se llevaba el dinero y entonces miró a Þorgarðar y dijo: "Dejemos a todos ser responsables de sus acciones". Þorgarður respondió: "Aún no hemos acabado, porque para ello no debo más que ver que mi fylgja se despida de vosotros dos y de vuestra familia en la novena generación". Entonces Þorgarður fue ejecutado por sus crímenes. Hay dudas de si se realizó aquí o en ultramar [Los pecados capitales solían realizarse entonces en Dinamarca], pero se cree cierto que fue ahorcadao en Kópavogur, e inmediatamente volvió de entre los muertos y atacó a la pareja de Sel, praticularmente a Guðrún, la esposa de Jón, tal y como prometió. Guðrún fue afligida tanto por la inconsciencia como el delirio.  Como su fantasma se quedó en Sel durante mucho tiempo, fue llamado Sels-Móri, pero también fue llamado “Þorgarður”, entonces y ahora, y también se quedó ese nombre, pues era como se llamaba el hombre. 

La pareja de Sel tuvo una hija llamada Þorgerður. Halldór Bjarnason, el notable granjero en Skildinganes, se casó con ella y, juntos, heredaron la riqueza de Jón y Guðrun y el fantasma familiar [ættarfylgja], llamado Þorgarður o Sels-Móri. Seguían circulando algunas historias cortas, tanto en la época de Halldór y Þorgerður como en la de Bjarni, su hijo, que vivía en Sviðholt. Este Bjarni era un hombre muy enérgico. Era probablemente uno de los pocos miembros del tribunal de justicia a quien el orador jurídico Magnús Ólafsson designó posteriormente al Alþing de Öxará, 1798, y Bjarni vivió entonces en Hlið en Álftanes. Después de eso, Bjarni se convirtió en gerente de la escuela cuando esta se trasladó a Bessastaðir, pero aún vivió durante mucho tiempo en Sviðholt, y fue nominado como líder del distrito en Álftanes. Aunque Móri apenas hizo nada por sí mismo en esa época, ni en Skildinganes con Halldór ni en Sviðholt donde vivía Bjan, seguía siendo llamado el fantasma de Sviðholt, pero más a menudo seguía siendo asociado con el nombre Þorgarður. 

Bjarni de Sviðholt tuvo varios hijos prometedores, quienes eran bien conocidos y considerados bien inteligentes, y apenas hay señales de que Móri molestase a estos niños o sus descendientes que viven ahora. Otra hija de Bjarni, llamada Þuríður, se casó con Benedikt Björnsson, un estudiante de Hítardalur, que había sido desde hace tiempo el clérigo de Fagranes. Ella era una mujer inteligente, pero sufrió la desgracia de estar medio-demente y a veces completamente loca. Por eso, se separó de su esposo y Ragnheiður, su hermana, la acogió. Ella era la esposa de Jón Jónsson, el profesor de escuela en Bessastaðir, y luego ella fue la primera esposa de Bjarni Gunnlaugsson, el director de escuela en Reikiavik. Parece que Þuríður murió mientras su hermana la cuidaba. Entre las cosas que se dice que hizo Þuríður en sus delirios, está decir: "Querida hermana, hay una víbora que me pica", pero otros testifican que habría dicho: "Siempre es Ingibjörg quien me pica en el corazón con una aguja de zapatero". La gente sospechaba que se refería a Ingibjörg Jónsdóttir de Álftanes, quien vivía con Benedikt y Þuríður antes de que se separaran, y quien luego se convirtó en la segunda esposa de Benedikt, por lo que Þuríður tenía ahí, si lo prefieres, una razón para sus delirios. El fantasma familiar [ættarfylgja] de Þuríður fue responsabilizado por su locura, aunque no se había manifestado a nadie de la familia desde entonces; aún así algunos consideran a esas personas como prepotentes y que no se ajustan al temperamento ordinario de la gente [alþyðuskapur]. 

Yo no he oído ninguna historia en la que Þorgarður molestara a la ama de casa, Ragnheiður Bjarnadóttir, que se mencionó antes, pero hay rumores en Suðurland de que causó la destrucción de un barco de correo que se perdió en 1817 porque su primer esposo navegó en él. Él también fue la causa de la muerte de Þórður Bjarnason, en Sviðholt; aún se dice que acechaba a los hijos de Ragnheiður, especialmente Björn, el director, y algunos parecen ser conscientes de que este era el caso. Debe mencionarse aquí que Bjarni Halldórsson en Sviðholt tenía una hermana que se llamaba Jórunn. Era una mujer muy altiva y engalanada. Se dice que cierto hombre en Álftanes le propuso matrimono, pero ella pensó que la situación era indigna y lo rechazó. Entonces se dice que él juró, por su parte, que se aferraría a su estirpe familiar, aunque le evitara unirse a ella como hubiera deseado. Después de eso, Jórunn se casó con Eyjólfur Jónsson, el estudiante, que estaba entonces en Sviðholt pero que luego se trasladó a Skógtjörn en Álftanes y se consideraba un hombre distinguido de la región. Tuvieron una hija. Se llamaba Þorgerður por su abuela. Eyjólfur y Jórunn no estuvieron juntos mucho tiempo cuando quedó claro que Jórunn tenía algún tipo de enfermedad mental que se agravó conforme pasaba el tiempo, y al final acabó completamente loca. Se sospechaba que la enfermedad la causaba la maldición de su pretendiente. 

Cuando Þorgerður Eyjólfsdóttir estuvo en edad de casarse, Eggert Bjarnason, que entonces era el sacerdote en Snæfoksstaðir [Klausturhólum] en Grímsnes, le propuso matrimonio y se casó con ella. Por ello, ella se fué al este con él y tuvieron varios hijos juntos. Pasó tiempo hasta que murió Jórunn, la madre de Þorgerður. Nunca había estado bien desde el momento en el que cayó en desgracia tras casarse. Pero no había signos de enfermedad en Þorgerður mientras vivía su madre, ya que no volvió al sur tras ir al este. El reverendo Eggert incluso le advirtió de dejarle ir al sur y la gente dijo que si nunca pasaba el río Sog o Álftavatn, entonces no se vería afectada. Pero cuando Jórunn murió en Skogtjör, se dijo que Þorgerður rogó a su esposo permitirle ir al sur con él. Él se resistió pero finalmente cedió cuando ella siguió presionándolo. No se dijo nada del viaje de la pareja hasta que llegaron al sur por Hellisheiði, al sur en Fóelluvötn sobre Helliskot, donde se dice que tuvo un mareo y que nunca volvió a ser la misma. Los hombres sospechan que el fantasma de su madre [fylgidraugur], es decir, Þorgarður, se había encontrado allí con ella y la siguió desde entonces mientras vivió, que no fue durante mucho tiempo tras eso. Los hijos de Eggert y Þorgarður han, piensan algunos, prosperado poco, y dos de sus hijas se volvieron locas.

Fuente

  • Bryan, E. S. (2021). The Fylgjur of Iceland: Attendant Spirits and a Distorted Sense of Guardianship. In Icelandic Folklore and the Cultural Memory of Religious Change (pp. 67-88). ARC, Amsterdam University Press.

 

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