El escarabajo que escapa por el ano de sus depredadores

Pelophylax nigromaculatus s1

Hay escarabajos que devoran a su depredador, pero otros prefieren una filosofía de "vive y deja vivir" y lo abandonan por la puerta trasera. El escarabajo hidrofílido japonés Regimbartia attenuata, cuya distribución llega a Australia y Arabia, vive en humedales junto a las ranas, que devoran cualquier insecto sean capaces de atrapar. Este escarabajo demuestra que la supervivencia no se logra si no se lucha hasta el final, aunque sea oscuro y asqueroso.

Fuera devorado por la rana Pelophylax nigromaculatus, la rana daruma (Pelophylax porosus), la rana Fejervarya kawamurai, la rana Glandirana rugosa o la rana arborícola japonesa (Hyla japonica), este escarabajo conseguía escapar sin llamar la atención. Podría pensarse que el sistema digestivo de estos anuros es inofensivo o este escarabajo tiene una constitución extraordinaria que le permite resistirlo sin esfuerzo, pero no es el caso. Otros insectos con los que comparte hábitat son digeridos por las ranas, mientras los R. attenuata a los que se le fijaron las patas con cera conocieron el mismo destino. Esto indica que este escarabajo huye activamente hasta la salida. De hecho, podían escapar en apenas 6 minutos, mucho menos tiempo que si hubiera esperado en el interior a ser excretado. Como huía sacando primero la cabeza, es probable que el escarabajo estimule la excreción para que la rana le de un último empujón hacia la libertad.

Este no es un caso único. Las anguilas japonesas (Anguilla japonica) juveniles suelen escapar a través de las branquias del durmiente oscuro (Odontobutis obscura). En este caso, lo hacen empezando por la cola: Esto podría ocurrir porque las anguilas suelen alejar la cabeza del peligro, incluso nadando hacia atrás en zonas oscuras, aunque también podría ser que aquellos que intentaron escapar sacando primero la cabeza no tuvieran éxito. El gusano Paragordius tricuspidatus parasita a los grillos silvestres (Nemobius sylvestris), que consumen sus huevos en el agua. Este gusano consigue alterar el comportamiento del grillo y lo lleva al suicidio en el agua, donde el gusano tarda varios minutos en abandonar el cuerpo para irse nadando y aparearse. En todo este proceso, tanto el huésped como el parásito pueden ser devorados por un pez o una rana. Sin embargo, este gusano también puede sobrevivir al sistema digestivo de estos depredadores.

En la naturaleza, si el recto es bueno, da igual lo que ocurra allí. Puede servir hasta como vivienda personal o familiar.

Fuentes

  • Sugiura, S. (2020). Active escape of prey from predator vent via the digestive tract. Current Biology, 30(15), R867-R868.
  • Hasegawa, Y., Yokouchi, K., & Kawabata, Y. (2021). Escaping through the predator’s gill cleft: A defensive tactic of juvenile eels after capture by predatory fish. bioRxiv, 2021-06.
  • Ponton, F., Lebarbenchon, C., Lefèvre, T., Biron, D. G., Duneau, D., Hughes, D. P., & Thomas, F. (2006). Parasite survives predation on its host. Nature, 440(7085), 756-756.
 
 

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