La mierda sacrílega que se convirtió en reliquia sagrada
La veneración religiosa puede subvertir las expectativas. Aparentemente, sería ilógico venerar la enfermedad o la mierda, pero hasta los pedos son capaces de superar el poder de deidades destacadas. Por ello, la Santa Mierda tiene la oportunidad de ser sacrílega y sagrada al mismo tiempo, como bien supo Antonio Rinaldeschi.
El crimen
Los hechos transcurrieron el 11 de julio de 1501. Todo comenzó en la taberna La higuera (El Fico), en chiasso degli Agolanti (hoy es vicolo del Giglio, "callejón del lirio"), en la zona medieval que unas décadas más tarde sería la judería conocida como el Gueto, cerca de la catedral de Santa María de la Flor. Allí, Antonio Rinaldeschi perdió ropa y dinero apostando, por lo que salió maldiciendo a la Virgen. Se dirigió al este, en paralelo a la catedral, y, al cruzar la plazuela de la iglesia de Santa María de los Alberighi, agarró estiércol seco de caballo y se lo lanzó a un fresco de Santa María de Ricci, que se encontraba en un tabernáculo sobre un portal de un callejón solitario colindante, donde no había ninguna tienda. Pronto descubriría que la mala suerte no le acompañaba únicamente en el juego.La reacción
Rinaldeschi se fue a su pueblo, por lo que durante varios días no fue consciente de la repercusión de sus actos. Junto a la imagen, los fieles habían colocado velas e imágenes votivas. ¿La razón? Desde su nuca y en torno a la corona de la Virgen se había formado un rosetón de heces que parecía yeso.Esta veneración captó la atención del arzobispo. A pesar de todo, era una blasfemia y los Ocho de vigilancia (1) iniciaron una investigación. Un niño fue testigo del acto, pero tan solo pudo decirles que fue un adulto. Al interrogar a los presentes en la taberna, Antonio Rinaldeschi fue señalado como sospechoso.
Fue encontrado en el jardín del convento franciscano de San Francisco en Monte a las Cruces. Rinaldeschi intentó clavarse una daga en el pecho, pero solo logró golpearse una costilla, siendo apresado. Se desconoce si fue llevado al palacio del Podestà o al palacio Bargello.
El 21 de julio, probablemente por la noche, fue examinado por los Ocho. Rinaldeschi confesó y, atemorizado por ser linchado por la gente, pidió ser ejecutado. Al día siguiente era la fiesta de Santa Magdalena. Habría procesiones, se tocarían campanas y la Podestà patrocinaría carreras de caballos, razón por la que no podían usar el lugar habitual de ejecuciones. Los miembros encapuchados de la Compañía de los Negros lo escoltaron a la ventana del palacio del Podestà, donde sería ahorcado. Por la mañana, su cuerpo quedaría colgado por la ventana, siendo recibido como una doble fiesta.
Esa mañana del 22 de julio, el vicario del arzobispo ordenó limpiar el fresco, pero no logró eliminar la marca del rosetón. Antes del mediodía, el cuerpo de Rinaldeschi sería recuperado y recibiría sepultura. Para evitar que se repitiera el episodio, se construiría el oratorio de Santa María de Ricci.
Trasfondo
Antonio tenía unos 30 años, siendo hijo de Giovanni y Alessandra, su primera esposa. En vida, su padre lo consideró un heredero indigno por sus deudas, por lo que, cuando este murió el 29 de marzo del 1500, se peleó con su madrastra Angela y sus medio-hermanas Bartolommea y Angela por sus propiedades. Fueron a juicio, pero no ser de Florencia no jugó a su favor. Su padre habría llegado poco antes de 1481 desde Prato y su abuela era hija de un herrador de Empoli, donde la familia seguía teniendo propiedades. De hecho, sus negocios como intermediario son con personas de provincias, no de Florencia. Los testimonios que se han conservado no dicen nada a su favor. En un documento de la Compañía de los Negros lo llaman "gran blasfemo y maltratador de su padre" y el autor del Priorista, un listado de magistrados principales de Florencia (1282-1511, 1530), lo describía como un hombre bestial aquejado de sífilis. Quizás por ello ningún florentino intentó defenderlo.
Rinaldeschi había cometido tres crímenes: apostar, blasfemar e intentar suicidarse. El primero era despreciado pero tolerado. El suicidio era un pecado grave, pero los intentos, aunque castigados, no solían serlo con la pena capital. En cambio, como indicaba Levítico 24:16, la blasfemia requería la muerte. Después de todo, no eran los hombres quienes juzgaban por ello, sino el propio Dios al ser el ofendido. No obstante, como no todas las blasfemias eran iguales, las condenas dependían de su gravedad. Esta valoración subjetiva permitía que acabaran en multas o penitencias en ciertas condiciones (p.ej. estar borracho, ser la primera vez, no insistir, no ofender a un santo concreto o hacerlo con Cristo, que lo perdona todo). Teniendo esto en cuenta, la iconoclastia o destrucción de los iconos era una preocupación creciente. En 1493, el judío "marrano" dañó y arrojó heces a varias imágenes en Florencia, siendo lapidado por el propio pueblo. También ahorcaron a un jugador que había atacado un crucifijo con una estaca en 1502 cuando el capitán florentino en Pistoia se negó a cooperar con ellos.
Se trataba de un periodo de decadencia para Florencia tras la invasión de Carlos VIII de Francia, el ascenso y caída de Girolamo Savonarola y su enfrentamiento con el papa Alejandro VI. Savonarola logró una gran influencia exigiendo mayor dureza contra la sodomía, la prostitución, el juego, la blasfemia y la expulsión de los judíos. La blasfemia de Rinaldeschi coincidió con un periodo de mayor poder del pueblo, donde permanecían las ideas de Savonarola, a quienes muchos consideraban un mártir. Por ello en este periodo hubo un ascenso de condenas de crímenes como la sodomía, como cuando predicaba Savonarola.
Sabiendo esto, la blasfemia de Rinaldeschi era grave por dos motivos: primero porque era una imagen de la Virgen, cuyo culto era tan importante en Florencia que su catedral estaba dedicada a ella; por otra parte, Savonarola favorecía las imágenes sencillas a las ostensosas, y esta era una de las primeras. No solo debía ser condenado, sino que debía evitarse perder el favor mariano. Esto justificó, no solo la construcción del oratorio, sino el culto que debió generar el acto para que el arzobispo y su vicario la atendieran inmediatamente. En el mismo verano ya se pusieron en marcha los planes para demoler edificios para abrir paso al oratorio. En febrero de ese mismo año (2) ya tenían construido el techo, encargándose el arquitecto Baccio d'Agnolo durante el punto álgido de su carrera. En 1507, se construyó la actual iglesia de Santa Margarita en Santa María de Ricci en su lugar. Las reformas que fue recibiendo la iglesia demuestran que su culto siguió creciendo. Hasta el callejón, que estaba vacío, se llenó de tiendas y herrerías. Aunque décadas después el pueblo seguía recordando a Rinaldeschi como un criminal, identificaban el rosetón y la intervención mariana que impidió su suicidio como milagros.
Notas
- Un cuerpo de magistrados creado tras la revuelta de los Ciompi (1378). Podían ejecutar la sentencia sin declarar el crimen ni la razón de sus actos. Tenía jurisdicción sobre los crímenes de estado, conspiraciones, amenazas al orden público y crímenes cometidos por los judíos. Su poder absorbió a instituciones de justicia como la Podestà, el Capitán del Pueblo (abolidos en 1502) y el Verdugo de las Ordenanzas de Justicia (abolido en 1435).
- En Florencia, usaban el calendario juliano empezando el 25 de marzo, día de la Anunciación.
Fuente
- Connell, W. J., & Constable, G. (2005). Sacrilege and redemption in Renaissance Florence: the case of Antonio Rinaldeschi (Vol. 8). Centre for Reformation and Renaissance Studies.