¿Quiénes eran Caco y Caca?
En la mitología romana había personajes con nombres cuestionables, como Puta. Caco y Caca tienen el dudoso privilegio de pertenecer a ellos. Sin embargo, pese a lo que pueda parecer, estos no son dioses de mierda, aunque puedan compartir una ascendencia divina. La pregunta es, ¿quiénes son exactamente y por qué tienen esos nombres?
Contexto
En el volumen VIII de la Eneida de Virgilio (70-19 a.C.), Eneas tiene un sueño donde se le aparece el río Tíber en forma de anciano, que le dirige a buscar a Evandro en Palanteo para aliarse contra su enemigo común. Tras aceptar la alianza, el rey lo invita a las fiestas en honor a Hércules que se celebraban en ese momento. Para justificar que no se trataba de ninguna superstición, le cuenta cómo esas tierras fueron salvadas por Hércules.
Cuando volvía de Eritea con el ganado de Gerión, Hércules decidió descansar cerca de Palanteo. Junto al valle habitaba Caco, hijo de Vulcano, medio hombre y medio bestia que expulsaba humo por la boca. Incitado por las Furias, robó cuatro toros y cuatro vacas excelentes, tirando de sus rabos para que sus huellas no delataran la dirección de su destino, y los ocultó en una cueva. Cuando se despertó Hércules y se disponía a partir con el rebaño, que ya había pastado, oyó mugir a los toros. La lastimera respuesta desde la caverna delató su posición. Esta era un lugar donde colgaban cabezas humanas y charcos de sangre bañaban el suelo.
Hércules tomó sus armas y se dirigió a la colina Aventina donde se encuentra Caco que, por primera vez atemorizado, huye a su cueva. Rompió las cadenas que sostenían un peñasco colocado por su padre Vulcano y bloqueó la cueva. Enfurecido, Hércules repetidamente busca la entrada y embiste el peñasco. Tras meditarlo, logró sacar de sus raíces una roca alta, afilada e inclinada donde anidaban rapaces, retumbando el cielo, desplazando al río y revelando las cavernas del palacio de Caco, donde eran visibles los Manes. Caco comenzó a rugir con fuerza mientras Hércules lo acribilló a flechazos, troncos y piedras. Viéndose sin salida, se ocultó con el humo de sus fauces. Hércules se lanzó al fuego y agarró a Caco, que escupía llamas, apretándolo hasta que sus ojos fueron expulsados de sus órbitas y la sangre sustituyó al fuego en su garganta. Al abrir la cueva sacó al ganado robado. Entonces la gente acudió y sacó el cadáver de ojos terribles y pecho peludo.
Versiones
El relato se repite en otras obras. En el volumen I de Fastos de Ovidio (43-17/18 a.C.), Caco sigue siendo el enorme hijo de Vulcano Mulcíber que le roba el ganado de Gerión a Hércules, pero se defiende a golpes lanzando piedras y estacas, muriendo por los golpes del garrote de Alcides. En Elegías de Propercio (50-15 a.C.), la batalla es breve, pero se describe a Caco con tres bocas y tres sienes. En Historia romana de Tito Livio (59-17 a.C.), Caco es un robusto pastor, pero ni bloquea la entrada de la cueva ni escupe fuego ni humo, situando esta historia entre la fundación de Roma y la competición de Rómulo y Remo para ser rey. Finalmente, en Historia antigua de Dionisio de Halicarnaso (60-7 a.C.), Hércules tampoco encuentra la cueva bloqueada, donde encuentra a Caco, que le responde que no ha visto a su ganado pero tampoco le deja buscar en la cueva y, como en el relato de Livio, pidió ayuda a sus vecinos contra el hijo de Júpiter. Hércules lo mató con su garrote, destrozó la cueva, recuperó su ganado y se purificó en el río.
Según Tzetzes (1110-1180 d.C.), que lo resume en Quilíadas, Dion Casio (165-235 d.C.) lo contó en el primer volumen de Historia romana. Así lo indica también Aurelio Víctor (320-390 d.C.) en Origo gentis Romanae, quien cita al primer libro de Casio Hémina (s. II a.C.) donde Caco es un esclavo de Evandro que roba las vacas del enorme y fuerte pastor griego Recárano. En este caso, Caco no tiene cualidades sobrenaturales y el afectado por el robo es Recárano, al que llaman Hércules. Recárano busca sin éxito al ganado, pero acaba abandonando las tierras. Es Evandro quien descubre el delito, indulta a su siervo y le devuelve las reses a Recárano. Agradecido, dedicó un altar bajo el monte Aventino y sacrificó una décima parte del ganado. En Comentario sobre la Eneida de Virgilio, Servio (s. IV-V d.C.) nombra a Verrio Flaco (55 a.C.-20 d.C.), que se refiere a Cárano o Gárano como quien mató a Caco, razonando que los romanos lo llamasen Hércules.
En Polyhistor de Solino (s. III d.C.), Caco vivía en Salinae, donde está la puerta Trigémina. Indica que, según Aulo Gelio (125-180 d.C.), fue tomado prisionero por Tarconte el Tirreno, que había venido como embajador del rey Marsias. Cuando salió de prisión, volvió de donde venía y, con un mayor número de tropas, tomó las tierras en torno a Volturno y Campania. Luego se atrevió a atacar el terreno que se había cedido al gobierno arcadio, pero fue superado por Hércules que casualmente estaba allí.
En cuanto al altar que construye Hércules tras su muerte, Crónica de Eusebio de Cesarea (260/265-339 d.C.) lo data del reinado de Fauno, hijo de Pico y nieto de Saturno.
Menciones
Un personaje mencionado en la Eneida, situado en la propia Roma y con relación con Hércules no podía pasar desapercibido en el imperio. En Sátiras, Juvenal hace la mención de ser "lanzado por los pies como Caco por Hércules". Columela (4-70 d.C.) lo cita como mal vecino en De re rustica, mientras Plutarlo (40-120 d.C.) en Moralia compara a Safo con él, pues sus palabras eran como si estuvieran insufladas de fuego. Algunas menciones son indirectas, como el tercer volumen de Saturnalia de Macrobio (s. IV d.C.) donde se refiere al altar, o inevitables, como cuando Marcial (38/41-102/104 d.C.) lo incluye entre las labores de Hércules en Epigramas.
Por su situación, también daba nombre a topónimos como atrium Caci y Scalae Caci, una antigua escalera en la ladera sur del monte Palatino que llevaba al valle del circo Máximo.Nombre
En el segundo volumen de Mitologías, Fabio Plancíades Fulgencio (s. V-VI d.C.) explica que debe su nombre al griego cacon (Κακός; latín: Cacus), "mal" o "malvado". Razona que el mal extingue la verdad, como el humo a la luz. Tiene múltiples formas porque no es directo, dañando de tres modos: agresivo cuando se observa; sutil, como un amigo traicionero, o en secreto, como un ladrón invisible. Por ello, roba la propiedad de Hércules porque todo el mal se opone a la virtud, depende de deshacer sus pasos para su protección y se oculta porque nunca es franco, pero la virtud acaba con los malvados y redime sus posesiones. Servio coincide con la etimología de Fulgencio, indicando que era como lo llamaban los arcadios, pero que el acento se trasladó, como ocurrió de Helene a Helena.
Además, se interpretado su nombre como derivado de la raíz *ca, "afilar", en el sentido de avispado intelectualmente, siendo peligroso por su astucia. Se relaciona con el vidente etrusco Cacu mostrado en un espejo de bronce de Volsinii del c. 300 a.C. Se le muestra tocando la lira junto a un joven llamado Artile, que sostiene un díptico o tablilla plegable y los hermanos Caile y Aule Vibinas, que serían idénticos a Celes y Aulo Vibenna, asistentes de Servio Tulio. La relación de Caco y Cacu sería por la condición de monstruo, que también aludía a los prodigios considerados presagios divinos. Es posible que los hermanos Vibenna se muestren en el espejo como héroes que deben capturar a Cacu para evitar una predicción catastrófica.
Respecto a la palabra española "caco", es decir, ladrón, alude a la actividad de este Caco. En la Divina Comedia de Dante Alighieri se mostraría como un centauro en la séptima fosa del octavo círculo del infierno, junto a otros ladrones.
Creación de Caco
Se puede observar cómo los autores contemporáneos siguen el relato de Virgilio, surgiendo las mayores diferencias con el devenir de los siglos. Sin embargo, Diodoro Sículo (s. I a.C.) mencionó previamente en Biblioteca histórica el paso de Hércules por las tierras donde Rómulo fundaría Roma, donde los notables Cacio y Pinario del pueblo asentado en la colina Palatina honraron y demostraron su hospitalidad a Hércules. Pinario era el antepasado de la gens Pinaria, mientras Cacio hace referencia a la escalera en la colina, donde estaba su casa. No hay ningún asesinato ni ganado, pero el topónimo de Cacio también se usaría con Caco.
Es posible que se basara en una historia previa, pues en las versiones de Casio Hémina y Verrio Flaco (55 a.C.-20 d.C.), Hércules es tan solo un apodo que le dan los romanos por su fuerza. En la más antigua, de Casio Hémina, ni siquiera mata a Caco. Del mismo modo, Caco tampoco fue el único ladrón de ganado.
El esquema de la versión mítica de Virgilio y autores posteriores sigue mayormente los puntos clave del himno homérico a Hermes. En este caso, el mismo día de su cumpleaños, Hermes robó el ganado de Apolo, llevándolos por la arena, caminando estas marcha atrás y usando unas ramas bajo sus pies para borrar su rastro. Tras proseguir toda la noche, frotó dos ramas e inventó el fuego, donde sacrificó a dos de las 50 vacas. Apolo sospechó, encontrando a Hermes, que negó saber nada al respecto. Sin embargo, Apolo ve a través del engaño y los hermanos llegan a una reconciliación.
Este esquema también es aludido en el Himno a Zeus de Calímaco. Da por conocido el anterior himno, sin referirse a Hermes, pero con Zeus, que se crió en una cueva y ascendió al trono, aunque sus hermanos eran mayores. A su vez, es una referencia a cómo Ptolomeo II Filadelfo robó el trono de Egipto a su hermano Ptolomeo Cerauno.
El tropo del robo del ganado representaba la usurpación de poder, de su riqueza. Es un significado presente en la historia, política y cultura de los pueblos indoeuropeos. Aquel que poseía el ganado era poderoso y gozaba de una posición privilegiada. Tanto es así que, en sánscrito védico, la palabra "guerra" se traduce como "el deseo por más vacas". Aunque Hércules tomó el ganado de Gerión, fue un saqueo (ἁρπαγή) realizado por la fuerza (Βία), mientras la acción de Hermes es un robo (κλοπή) mediante engaños (δόλος) contra la personificación del poder y la autoridad establecida. Esta dualidad está presente en la Ilíada con Aquiles y Odiseo, descendiente de Hermes a través de su abuelo Autólico.
Mientras el viaje de Hermes, pasando por la cueva, como en el monomito de Campbell, es de transformación, Caco es tan solo un monstruo despreciable cuya muerte es una hazaña heroica a celebrar y la explicación para la existencia del altar. Caco es una inversión de Polifemo, donde él roba el ganado con artimañas,deja fuera al héroe al bloquear la cueva y es a quien le lanzan rocas. La gloria, la celebración y los beneficios son para otros. Es más, Eneas tendría entre sus enemigos a otro hijo de Vulcano: Céculo, fundador de Praeneste y aliado de Turno.
¿Y Caca?
Servio indica que su hermana homónima delató a Caco, por lo que recibió un pequeño santuario donde le sacrificaban las vírgenes vestales. Se ha argumentado que tanto Caco como Caca eran deidades del fuego en la colina Palatina, siendo la segunda absorbida por Vesta. A pesar de esto, ¿por qué tiene tan poca presencia? Lo podemos deducir en Instituciones divinas, donde Lactancio (245-325 d.C.) se burla de nombres de divinidades como Horno, Muda, Cunina, Estercuto y Tutino. A Caca le atribuye traicionar a su hermano Caco para ayudar a Hércules mostrándole el camino del ganado, recibiendo la divinidad como recompensa.
En latín, caca era la segunda persona del singular del presente del imperativo de cacō, literalmente "cagar", con la misma connotación vulgar. En el latín vulgar *cacca tiene el mismo significado que la palabra actual. Derivarían del protoitálico *kakāō y este del protoindoeuropeo *kakka-, "defecar". Como mamá y papá (o dada, baba), es una de esas palabras sencillas que puede usar un niño pequeño.
En resumen
Caco era un hombre-bestia al que se enfrentó Hércules cuyo nombre significa "mal, malvado" y que derivó en la palabra española para ladrón. El nombre de su hermana Caca derivó del suyo, pero ya entonces tenía el mismo significado que hoy. Ella ayudó a Hércules a encontrar el ganado que le había robado, pero apenas se menciona en las historias.
Fuentes
- Zarza, M. G. (2023). El mito de Hércules y Caco: de la edad de hierro a la edad de oro. In XI Jornadas de Estudios Clásicos y Medievales (Ensenada, 1º al 3 de noviembre de 2023).
- Clauss, J. J. (2016). The Hercules and Cacus Episode in Augustan Literature. The Reception of the Homeric Hymns, 55.
- Wiegand, E. (1936). Notes on the Eighth Book of the Commentary of Servius on Vergil's Aeneid. (No Title).
- Jármi, V. (2013). A horrendum monstrum: an interpretation of the figure of Cacus. Acta Classica Universitatis Scientiarum Debreceniensis, 49, 203-218.
- Jacobson, H. (1989). Cacus and the Cyclops. Mnemosyne, 42(1), 101.