¿Por qué el signo de interrogación griego (;) es idéntico al punto y coma (;)?

Punto y coma y símbolo griego de interrogación entre signos de interrogación latinos.

Si en tu trabajo usas lenguajes de programación, siempre es motivo de jolgorio y algarabía que tus compañeros te cambien aleatoriamente los puntos y coma (;) por signos de interrogación griegos (;) en miles de líneas de código. Mientras los reemplazas, seguro que te preguntas quién tuvo la estupenda idea de crear dos signos idénticos y cuál precede al otro.

Uso de signos de interrogación

En la antigüedad, griegos y romanos escribían sin espacios ni signos de puntuación. La lectura estaba reservada a unos pocos que, conociendo los textos, los interpretaban en voz alta para otros. Autores como Aristófanes (446 a.C.-386 a.C.) comenzaron a aportar signos de puntuación, pero no llegaban a extenderse. En latín, había partículas, como quis ("quién") o ubi ("dónde"), que comenzaban las preguntas, así como nonne ("¿no es así?"), num ("¿no?") y el enclítico -ne. Sería con Nicanor el Puntoso del siglo II d.C. cuando comienzan a encontrarse pruebas del uso contemporáneo de signos para marcar las preguntas.

Nicanor ideó un sistema de puntuación donde innovó con el ἐνυπόκριτος ὑποστιγµή (enupókritos hypostigmḗ; "punto inferior con entonación especial"). Este separaba una subordinada de la frase principal, en ese orden. A diferencia del ἀνυπόκριτος ὑποστιγµή (anupókritos hypostigmḗ, "punto inferior sin entonación particular"), cuyo uso sería similar al de unos paréntesis, otorgó a la subordinada una entonación ascendente, que descendía en la frase principal. No obstante, aunque esta entonación sea similar al de una pregunta, no servía para indicarla. De hecho, lo que se sabe es que Nicanor criticó lo que consideraba el uso incorrecto del ὑποστιγµή como signo de interrogación.

Aunque se suele decir que los símbolos de interrogación (? y ;) surgieron en los siglos VIII-IX d.C., en manuscritos sirios de los siglos V-VI d.C. ya marcaban las preguntas de sí-no con los dos puntos (:) llamado zawgā ‘elāyā ("pareja superior"). Mucho antes, en la obra de Nicanor el Puntoso del siglo II d.C. hay pruebas del uso contemporáneo de signos para marcar las preguntas.

El uso de puntuación se afianzó con el cristianismo, pues Agustín de Hipona ya avisaba del problema de las malinterpretaciones de los textos religiosos debido a su ausencia. Jerónimo de Estridón usó el sistema de per cola et commata, con grandes letras al margen que marcaban las unidades semánticas. En los siglos V-VI d.C., los manuscritos sirios ya marcaban las preguntas de sí-no con los dos puntos (:), llamado zawgā ‘elāyā ("pareja superior"). El siglo VII vio un aumentó la puntuación, por lo que Alcuino de York trató de estandarizarla. 

punctus interrogativus

A partir de la segunda mitad del siglo VIII, comenzando con el salterio de Dagulfo (c. 780), surgieron los positurae, que incluían el punctus versus (;) para acabar una frase con una afirmación; el punctus interrogativus, que un aspecto vagamente similar al signo de interrogación actual, para acabar preguntas; el punctus elevatus para indicar una pausa donde el sentido está completo, pero no la frase y, ya en el siglo X, el punctus flexus, donde la frase estaba completa pero el sentido no. Se desconoce su origen, pudiendo ser variaciones de los distinctio (˙) y los subdistinctio (.) con marcas adicionales o tener nexos comunes con la notación ecfonética bizantina o hebrea tardía.

Mientras tanto, en la minúscula griega, cada manuscrito tenía sus propios signos de puntuación e, incluso dentro de una misma obra, podían variar sus funciones. También podían ausentarse en lugares donde hacían falta. En cambio, parecía haber cierto consenso respecto al uso del signo de interrogación. En los siglos VIII-IX, estaban en uso varios signos de interrogación, incluyendo el punto y coma (;), pudiendo usarse varios distintos en un mismo manuscrito, utilizarse donde no tocaba o ausentarse donde hacía falta. A menudo, su ausencia coincidía con la presencia de ciertos adverbios o pronombres al inicio de la pregunta. En casos donde no había pregunta, podía ser resultado de una corrección, donde se añadía una coma antes, después o debajo de un punto preexistente.

Punto y coma

Aunque el punctus versus (;) tenía una apariencia similar al punto y coma (;), con el punto al pie y una marca todavía más abajo, su función era distinta y no guardaba relación. El punto y coma surge de la necesidad de crear un signo con las funciones combinadas de los dos puntos como de la coma aplicable a donde estos no fueran adecuados. Fue usado por primera vez en De Aetna (1494) de Pietro Bembo y la edición de Petrarca del mismo autor en 1501, impresos por Aldo Manucio y Francesco Griffo con la tipografía nueva romana. Esta gozó de gran popularidad y fue imitado por otros tipógrafos, extendiéndose por Europa y, con ella, este nuevo símbolo.

Ahora bien, seguramente a estas alturas os preguntaréis qué utilizan los griegos en su lugar, pues no pueden usar el punto y coma porque se confundiría con su interrogación. En este caso, utilizan el άνω τελεία (áno teleía, "punto superior"), que se indica como (·).

Por lo tanto, el signo de interrogación griego es anterior. Su parecido responde a que muchos de los signos parten del punto, especialmente el punto medio (·), por lo que las posibilidades eran limitadas. Con la imprenta, se estandariza la escritura de los caracteres y, como ocurrió con el alfabeto ruso, es inevitable que se produzcan homoglifos.

Fuentes

  • Nünlist, R. (2023). Early Traces of the Greek Question Mark. The Classical Quarterly, 73(1), 344-355.
  • Parkes, M. B. (2016). Pause and effect: An introduction to the history of punctuation in the West. Routledge.
  • Randolph, C. B. (1910). The sign of interrogation in Greek minuscule manuscripts. Classical Philology, 5(3), 309-319.
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