Curiosidades de Halloween

Aprovechando la llegada de la fiesta de Halloween, qué mejor momento para repasar unas cuantas curiosidades sobre ella.

Precedentes

A mitad de camino entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno, al final de la cosecha, los gaélicos celebraban Samhain, una de las cuatro fiestas gaélicas estacionales junto con Imbolc, Bealtaine y Lunghnasadh. Bealtaine (la actualmente conocida como noche de Walpurgis) y Samhain eran temporadas liminales, momentos en los que se creía más sencillo el paso entre mundos. Los galeses celebraban Calan Gaeaf con costumbres similares. En su calendario, marcaba el inicio del año.

En Samhain, los Aos Sí, es decir, hadas o espíritus, y las almas de los muertos cruzaban a nuestro mundo. Sin embargo, mientras Bealtaine era un festival para los vivos, durante Sanhaim, los Aos Sí propiciaban la supervivencia de la gente y el ganado durante el invierno. A cambio recibían ofrendas de comida y bebida en el exterior. Dado que Samhaim tiene orígenes paganos, probablemente los Aos Sí fueran antiguos dioses o espíritus de la naturaleza. Los muertos volvían a sus casas buscando hospitalidad. Incluso se celebraban banquetes para que atendiesen. Desde al menos el siglo XVI, también se escenificaba y se iba disfrazado de puerta en puerta, recitando unos versos a cambio de comida. Los disfraces pretendían imitar a los Aos Sí.

Adicionalmente se realizaban juegos y rituales de adivinación con manzanas y nueces, preocupándose por temas como el matrimonio y la muerte. Con el mismo propósito miraban al espejo (similar a llamar a Verónica o a Bloody Mary), vertían plomo fundido (molibdomancia) o claras de huevo (oomancia) en agua, además de interpretar los sueños. También se encendían hogueras purificadoras usadas para la adivinación.

En algunos lugares, se encendían antorchas con este fuego y se seguía el trayecto del Sol, ayudando a "los poderes del crecimiento" y frenando el deterioro del invierno. Antiguamente eran los druidas quienes se servían de estas hogueras para la adivinación, donde la gente ofrecía cultivos y animales. Los celtas además vestían trajes con pieles y cabezas de animales e intentaban adivinarse su suerte unos a otros. Por la mañana se volvían a encender las hogueras que se habían apagado por la noche para protegerles del invierno. En Escocia estas hogueras fueron prohibidas en algunas parroquias. Su propósito fue cambiando. En Gales se encendían para evitar que los muertos cayeran a la tierra. Posteriormente, su misión era alejar al diablo.

Antes de la llegada del cristianismo, la conquista romana de gran parte del territorio celta en el 43 d.C. influyó a la fiesta, que se vio combinada con Feralia (21 de febrero), cuando se celebraban los Manes, dioses ctónicos familiares y domésticos, y el día de Pomona, diosa romana de las frutas y los árboles cuyo símbolo es la manzana.

La costumbre de las bromas comenzó desde al menos el siglo XVII en Irlanda y las tierras altas escocesas. Usaban nabos y remolachas con caras talladas como linternas, representando a los espíritus o como herramienta para alejarlos.

Nombre e historia

Los nombres del día y el mes en irlandés, escocés gaélico y gaélico manés derivan de la denominación en irlandés antiguo al 1 de noviembre, significando "fin del verano". Sin embargo, también se ha sugerido un origen protocelta que situaría el "fin del verano" a julio.

Contrario a lo que se pueda pensar, el Día de Todos los Santos se celebraba, desde el año 609, el 13 de mayo. Esto ocurrió cuando los huesos de los cristianos muertos en las catacumbas se traspasaron al Panteón romano, siendo consagrado este día por el papa Bonifacio IV. Sin embargo, en el 835, Luis I, el piadoso lo cambió en el imperio carolingio a petición del papa Gregorio IV al 1 de noviembre. Aunque según pseudo-Beda, en Irlanda de comienzos del siglo VIII ya se celebraba ese día, por lo que esto solo lo oficializó. Realmente, hay dudas sobre la elección de este día. Aunque por una parte se sugiere que se eligió el día de la celebración de Samhain, el obispo irlandés Óengus de Tallaght señalaba que la iglesia irlandesa durante los siglos VII-VIII lo celebraba el 20 de abril, por lo que la fecha elegida habría sido una idea germánica, no céltica. También se señala que fue el día en el que Gregorio III fundó un oratorio en la basílica de San Pedro de "los santos apóstoles y de todos los santos, mártires y confesores" y Gregorio IV lo extendió a toda la iglesia. También se sugiere que Roma no podía albergar en verano la cantidad de peregrinos que acudían a la festividad, quizás teniendose en cuenta la "fiebre romana" (Malaria) que azotaba durante el verano. El Día de los Difuntos no se establecería hasta el siglo XI.

Aunque no fueran la misma festividad, las costumbres de Samhain se mantuvieron en Halloween, también conocida como Hallowe'en (contracción de Hallows' Evening, "noche de los santos"), Allhalloween, All Hallows' Eve ("Noche de Todos los Santos") o All Saints' Eve, que tiene exactamente el mismo significado. Halloween se celebraría el 31 de octubre, mientras que Hallowmas, contracción de la "misa de los santos", se celebraría el 1 de noviembre. Los tres días del 31 de octubre al 2 de noviembre formaban un triduo conocido como Allhallowtide.

Mitos y leyendas de Samhain

Muchas leyendas celtas se suceden en este día. En Las hazañas infantiles de Fionn (Macgnímartha Finn), el rey supremo de Irlanda celebraba anualmente una gran reunión en esta fecha en Tara, momento en el que Aillen emergía del otro mundo para dormirlos y prender en llamas el palacio de Tara con su aliento de fuego. Fionn mac Cumhaill se queda despierto y mata a Aillen con su lanza mágica, convirtiéndose en el líder de los fianna.

De manera similar, en Coloquio con los antiguos (Acallam na Senórach), tres mujeres lobos emergen de una cueva de Cruachan (otro portal al otro mundo) en Samhain para matar al ganado, pero Cas Corach toca su arpa transformándolas en humanas, momento en el que el guerrero fian Caílte mac Rónáin las mata con su lanza.

Según el Dindsenchas y los Anales de los cuatro maestros, la antigua Irlanda se asociaba con Crom Cruach, a quien, según estos textos cristianos, se le ofrecía al hijo primogénito en su efigie en Magh Slécht. También dicen que el rey supremo Tigernmas perdió a tres cuartos de su gente mientras lo veneraba en la víspera de Samhain. No son las únicas leyendas que relacionan Samhain con ofrendas o sacrificios. El libro de las invasiones (Lebor Gabála Érenn), la gente de Nemed debía entregar dos tercios de sus hijos, maíz  y leche a los fomorianos, personificaciones del caos y los poderes destructivos de la naturaleza.

La calabaza

La calabaza fue usada por los inmigrantes irlandeses en Estados Unidos, pero tradicionalmente eran los colinabos o nabicol (Brassica x napobrassica) los que se tallaban. Estas se asocian con los fuegos fatuos sobre las turberas.

Una leyenda irlandesa de mediados del siglo XVIII cuenta que Jack el tacaño, un herrero vago pero perspicaz, conocido como un manipulador y mentiroso. Incrédulo y envidioso de los rumores, el diablo quiso comprobarlos en persona.

Borracho como siempre, vagaba por la noche en el campo cuando se encontró un cuerpo en su camino de guijarros. El cuerpo era de Satán. Jack se dio cuenta de que era su final y pidió cumplir un último deseo: beber cerveza antes de irse al infierno. Como no veía por qué no iba a aceptar la propuesta, el diablo lo llevó a un bar donde bebió toda clase de bebidas. Satisfecho, Jack le dijo a Satán que pagara la cuenta, convenciéndolo para convertirse en una moneda de plata. En ese momento, Jack se guardó la moneda en el bolsillo, donde tenía un crucifijo, que impedía que Satán recuperase su forma.

En otra versión, Jack escapaba de unos aldeanos a quien había robado. Encontrándose con Satán, Jack tentó al diablo para atormentar a sus perseguidores. Jack le dijo que se convirtiese en una moneda para pagar a sus perseguidores y que, cuando esta desapareciese, se acusarían de robarla. Satán aceptó e igualmente quedó atrapado junto a la cruz, que aquí había robado Jack.

A cambio de liberarlo, Satán debería esperar 10 años para obtener su alma. Satán aceptó y esperó una década. Cuando volvió por su alma, Jack le pidió una manzana para satisfacer su hambre. Satán aceptó y subió un manzano, pero Jack rodeó su base con crucifijos y talló una cruz en su tronco. A cambio de liberarlo de nuevo, Satán aceptó no tomar nunca su alma.

Cuando Jack murió debido a la bebida, su vida pecaminosa impedía su entrada en el cielo, pero su trato con Satán también le prohibía el acceso al infierno. Sin ningún lugar a donde ir y sin poder ver, ya que no tenía ninguna luz, Satán le lanzó burlonamente un carbón candente. Jack talló uno de sus colinabos, que eran su comida favorita, colocando dentro el carbón. Así vagó eternamente buscando un lugar de descanso y sirviendo de advertencia a los demás. Desde entonces se le conoció como Jack de la linterna.

Este nombre (Jack o' Lantern) se usa al menos desde la década de 1660, especialmente en el Este de Inglaterra.

Recuperando las costumbres

Hasta aquí hemos señalado varios mitos:

  • La fiesta no tiene un origen americano.
  • Todos los Santos ocupaba antes el día 1 de noviembre.
  • Halloween y Todos los Santos se refieren a fiestas distintas.
  • Siempre se usaron calabazas.

A esto hay que sumarle que disfrazarse e ir de puerta en puerta pidiendo comida durante este día también era una costumbre europea. Se creía que los disfraces protegían la identidad de los objetivos de los fantasmas vengativos. En las iglesias pobres que no tenían reliquias de santos, los parroquianos se disfrazaban de santos, pudiendo ser esta la cristianización de una costumbre pagana anterior. En la Europa continental, especialmente Francia, se creía que en este día los muertos emergían de los camposantos en una danza macabra. Esta era representada en concursos de los pueblos, donde se disfrazaban de cadáveres de todos los estratos de la sociedad.

Durante la reforma anglicana estas costumbres fueron atacadas por los protestantes, ya que no comulgaban con la idea de las almas cruzando el purgatorio de camino al cielo, considerándolo "papista" y viéndolo incompatible con su noción de la predestinación. Otros protestantes mantenían la tradición apelando a la idea del estado intermedio conocido como Hades o limbo de los patriarcas, continuando con las procesiones con velas y el repiqueteo de las campanas. La popularidad de Halloween decayó. La popularidad de la noche de Guy Fawkes trasladó al 5 de noviembre algunas de las costumbres de Halloween. Solo Escocia e Irlanda mantuvieron el alcance de la festividad.

Llegada a América


Debido al rígido sistema de creencias protestante, la celebración de Halloween en Nueva Inglaterra era limitada, siendo más común en Maryland y las colonias sureñas. Conforme se mezclaban las creencias y tradiciones de los distintos grupos étnicos europeos e indios, surgió un Halloween distintivamente americano, donde se contaban historias de los muertos, se adivinaban el futuro, bailaban y cantaban.

Sería durante la segunda mitad del siglo XIX, con la llegada de inmigrantes irlandeses por la gran hambruna, cuando se popularizaría la fiesta en todo el país. Durante la tercera y cuarta décadas del siglo XX, la fiesta se secularizó, pero en muchas comunidades se extendió el vandalismo. Durante la segunda mitad del siglo, la fiesta se centró en los más jóvenes debido a la explosión de natalidad. En estas décadas se controló el vandalismo y se limitó a los vecindarios.

Alternativas modernas

Si la Navidad te parece demasiado lejana, quizás deberías probar la Switch Witch, una fiesta que implica a una bruja buena que toma, mientras duermen los niños, los caramelos recogidos y los sustituye por un regalo.

Fuentes: Wikipedia (Samhain, Brassica napobrassica, Halloween, Jack-o'-lantern), BBC, She knows, History
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